Tiene de todo, sin duda, y a todos los que le rodean los utiliza para sus fines, como simples instrumentos de su ambición.
Muere murmurando una sola palabra: "Rosebud". El nombre escrito en un trineo con el que Kane jugaba cuando era niño, en la época donde todavía vivía rodeado de afecto y dando afecto a quienes lo rodeaban.
Ni todos sus bienes materiales, ni el poder que poseía sobre los que lo rodeaban, se comparaban a esos tiempos. Aquel trineo, símbolo de de dulces relaciones humanas, era en verdad lo que Kane quería, la buena vida que había sacrificado en conseguir, lo que él pensaba mejor, pero en realidad, no le servían de nada. Y sin embargo, la mayoría lo envidiaba por todas aquellas reliquias que poseía.
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